domingo, 3 de mayo de 2015

“YO SÍ”, luchando por un derecho universal

Retirados los carteles disuasorios en el Hospital y en el Centro de Especialidades

 

     Estos días en los que se recuerdan los textos escritos por Eduardo Galeano, en los que llamaba al mundo un “mar de fueguitos”, podemos decir que Yo Si Sanidad Universal estamos entre esos fueguitos que arden para cambiar las injusticias.

     Así, hace días desconvocamos una acción de protesta en el Hospital Príncipe de Asturias porque, justo cuando se iba a producir, los políticos cambiaron los carteles disuasorios que daban mal la información sobre la atención sanitaria por unos más completos que propusimos hace más de un año.

     Este es un paso más, uno de esos que nos demuestran que la participación ciudadana consigue, conseguimos, cambiar cosas. Y esto es un logro pero no nos olvidamos de que, en la misma semana que celebramos esto, seguimos haciendo acompañamientos a personas excluidas en nuestra ciudad donde, en algunos casos, hasta su vida peligra debido a ese Real Decreto que deja sin asistencia sanitaria a tantas personas en este país.

     Por tanto, la lucha sigue hasta conseguir el objetivo final: la Derogación del Real Decreto o la no aplicación del mismo. Y, por supuesto, estando atentos a cómo se desarrollan los acontecimientos en cuanto a las pruebas diagnósticas y a los medicamentos que no pueden costearse y que el ministro no ha dado ninguna indicación porque claramente es una maniobra política para sus fines partidistas.

     ¿Cuánto vale la vida de una persona?

     No queremos ni imaginarnos cuántas son las personas de nuestra ciudad en situación administrativa irregular y sin tarjeta sanitaria que, aun necesitando asistencia sanitaria urgente, no han acudido o se han dado la vuelta al ver los carteles que se exhibían tanto en el hospital como en el centro de especialidades.

     Tampoco queremos imaginarnos cuántas personas, que no tienen ni para comer, han desistido de la atención sanitaria en urgencias cuando se les ha informado de que, por carecer de tarjeta sanitaria, les facturarían el servicio sanitario recibido.

     Desde la entrada en vigor del RDL 16/2012 (el RDL excluyente) el Gobierno ha dejado a más de 800.000 personas sin tarjeta sanitaria. Este RDL recoge tres excepciones en las que SÍ deben ser atendidas todas: menores, embarazadas y urgencias hasta el alta médica. El SERMAS (Servicio Madrileño de Salud) amplió estas excepciones incluyendo, además: enfermedades diagnosticadas antes de la entrada en vigor del RDL, enfermedades de declaración obligatoria, trastornos mentales, solicitantes de asilo y víctimas de trata de seres humanos.

     A pesar de todo lo anterior, no todas las personas en estas situaciones están siendo atendidas, con el riesgo y peligro que ello conlleva para la salud pública y para sus propias vidas. Muestra de ello es que ya ha habido tres muertes de las que tengamos conocimiento en todo el país. Cuando estas personas acuden a los centros sanitarios, en la mayoría de los casos se les comunica que, por carecer de tarjeta sanitaria, o no se les atiende o se les cobrará la asistencia recibida. Nos tememos que el personal carece de toda la formación e información a este respecto y se atiene a lo que figura en los carteles disuasorios, carteles que dificultan el acceso a la sanidad a personas que SÍ tienen derecho a ser atendidas.

     Desde el Grupo de Acompañamiento de Alcalá de Henares de Yo Sí Sanidad Universal, formado por personal y usuarios de la sanidad pública, llevamos más de un año denunciando, por todos los cauces legales y desde todos los flancos, la información disuasoria y errónea que recogían esos carteles. Finalmente, ante la “invisibilidad” que habían producido nuestras demandas, nos decidimos a realizar un acto, el 16 de abril, de “Reclamaciones Masivas Colectivas” en el HUPA exigiendo la retirada de esos carteles o la sustitución por otros que se ajustasen a la legislación vigente.

     Tras el anuncio público de dicho acto, y teniendo en cuenta que estamos en campaña preelectoral, las reacciones no se hicieron esperar: justo el día anterior al acto convocado por este colectivo ciudadano, el día 15, se retiraron los carteles disuasorios del Hospital Príncipe de Asturias y del Centro Integral de Diagnóstico y Tratamiento Francisco Díaz y se cambiaron por otros ajustados a la legislación vigente, en los que se especifica cuáles son las normas y los casos de atención sanitaria en situaciones especiales. Por ello cancelamos el acto ya que el objetivo estaba conseguido.

 

 El Gobierno anuncia el derecho a la atención primaria por un año


     El Ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, ha anunciado que los migrantes sin permiso de residencia podrán tener acceso a la Atención Primaria, aunque no tarjeta sanitaria: reconocen desde el ministerio el error de dejar a grupos de personas sin atención sanitaria en sus barrios.

     Antes de nada, no podemos dejar de celebrar este minúsculo giro en el camino de la exclusión. Ese camino enferma, y mata. Y el reconocimiento de que es un error caminar por él, se convierte en una pequeña victoria.

     Pero sigue siendo un giro minúsculo. Decir que las personas excluidas del sistema sanitario podrán tener asistencia en atención primaria, pero no reconocerles la asistencia sanitaria más allá, y el negarles una tarjeta sanitaria individual, significa seguir sin reconocer el derecho a la protección de la salud presente en todas las convenciones de derechos humanos y en nuestra Constitución. Es seguir diciendo “no tienes derecho”: “no tienes derecho a saber de qué estás enfermo”, “no tienes derecho a curarte”, “no tienes derecho a medicinas”, “no tienes derecho a vivir”.

     Si nos abren un pequeño resquicio, nos meteremos más a fondo para expandir la universalidad del acceso al sistema sanitario, para que la exclusión sanitaria no sea. Y a la vez, animamos a todos los profesionales de atención primaria a garantizar el acceso a los centros de salud y a atender a todas las personas; a hacer todo lo posible para que esa atención sea continuada, más allá de la Atención Primaria; y a seguir construyendo sanidad universal, en la práctica, hasta que lo sea también en la teoría.

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