El Camino de Afligidos empieza a partir de la rotonda donde se cruzan la Av. Lope de Figueroa con la Calle Ávila y se prolonga en su tramo rodado (~1,3 Kms.) hasta la mal llamada Calle Londres (debería ser Colada de Villamalea), justo donde se estrecha el Camino y hay que hacer un peligroso giro para coches y sin ninguna seguridad para peatones1 ya que, a esta altura, no existe acera para dirigirse al denominado Parque La Dehesa y desaparece también el carril-bici.
Este Camino continúa, ya sin tráfico a motor, aguas arriba del rio Henares y aunque está señalizado como Vía Pecuaria, al faltar varios bolardos2 siempre se cuela algún que otro automovilista “despistado”.
Entre este Camino de Afligidos por el sur, la Vía Complutense al norte, la Calle Ávila al oeste y la Colada de Villamalea al este, se ha configurado un vasto complejo de seis o siete polígonos industriales, que crecieron como churros allá por los años 70-80 del siglo XX, cuando al parecer las licencias de construcción se concedían de boquilla y algunos negocios incluso se permitieron abrir puertas ilegales con salida al Camino. Hechos consumados, difícil de ser revertido. Los gobiernos locales y las empresas no se anduvieron por las ramas y ni siquiera previeron el daño que se podría hacer a los yacimientos arqueológicos existentes en el subsuelo, de los que ya por entonces se tenían referencias. Actualmente todo este patrimonio arqueológico está sepultado bajo la mayoría de estos polígonos.