lunes, 17 de abril de 2023

ELECCIONES MUNICIPALES Y AUTONÓMICAS 2023

 Cada vez que hay elecciones municipales, las diversas candidaturas suelen acudir a entidades como las asociaciones vecinales, que consideran que podemos tener alguna influencia social en la ciudad. Suponemos que lo hacen para convencernos de la idoneidad de sus planteamientos y, con nosotros, a aquellos que puedan otorgarnos alguna credibilidad.

Para que orientemos nuestro voto hacia ellas, las candidaturas necesitan caernos bien y, sobre todo, convencernos de que están muy interesados en atender nuestras demandas y dispuestos a escucharnos, ya que nos otorgan la credibilidad de estar más cerca que ellos de los ciudadanos, de conocer sus problemas e inquietudes.

NUESTRAS DEMANDAS ANTE ESTAS ELECCIONES

Propuestas vecinales para construir una ciudad más justa, más social, más igualitaria, más verde y más humana

Ante la celebración de elecciones municipales y autonómicas el próximo mes de mayo, nuestra AV ha remitido a todas las candidaturas un documento con los puntos que, a nuestro juicio, recogen las necesidades más importantes para el barrio y la ciudad.

Reconocemos la transformación que la ciudad ha experimentado en estos últimos años, ya sea para bien o para mal, depende de cada cual, que para gusto hay colores.  En esta legislatura que termina, Alcalá ha avanzado en algunas materias, pero en otras o se ha estancado o nuestros representantes no han podido, o querido, implementar puntos que ya se comprometieron en sus programas electorales pasados: debemos estar atentos.

Qué pedimos a los candidatos en cuanto a: CAMBIO CLIMÁTICO Y CRISIS ECOSOCIAL

Estamos convencidos de que el problema más grave que amenaza a la Humanidad (junto con las guerras y la pobreza, pero también relacionado con ellas) es el del cambio climático y la crisis ecológica, energética y de recursos y sus repercusiones sociales, que ya se están viviendo intensamente en muchas zonas del mundo y se empiezan a manifestar en la nuestra (baste ver las oleadas de calor, sequía e inundaciones que estamos sufriendo). Es un problema tan grave que amenaza la propia supervivencia de nuestra especie.

No podemos entrar en este medio en temas geopolíticos y del capitalismo global, niveles donde se ubica la responsabilidad de un cambio de rumbo imprescindible para salvar la vida humana en el planeta. Pero en estos cambios somos necesarios todos, empezando por los ciudadanos de a pie, con nuestro modo de vivir y consumir.

¿POR QUÉ NECESITAMOS LA SANIDAD PÚBLICA?

 La sanidad pública no es un regalo: es un derecho, no solo por estar reconocido en la Constitución, sino por ser un derecho universal el de tener una vida digna, y éste es para todas las personas, ya sean pacientes o profesionales, porque no olvidemos que todas somos potenciales pacientes.
La atención primaria debería ser la “joya de la corona”
de la sanidad pública.

Llevamos años sufriendo el deterioro de la sanidad pública cuando la nuestra ha sido mucho tiempo referente mundial de calidad y buen servicio a la población. Pero especialmente en la Comunidad de Madrid estamos asistiendo a su desmantelamiento ejecutado descaradamente por el Gobierno de la misma. Detrás de la reducción de presupuestos y de la pérdida de profesionales, hay intereses que perjudican a la mayoría de las personas para lucro de corporaciones sanitarias privadas, de determinados grupos de personas. No hay pudor a la hora de decir que se está por lo público cuando en realidad se actúa para beneficiar a lo privado.

RENOMBRAR LA CALLE LONDRES COMO “COLADA DE VILLAMALEA”

La conservación de las vías pecuarias no es cosa sin importancia o de capricho, o, como mínimo, su calificación como tales. Sin embargo son innumerables los casos (incluso en Alcalá) de estas vías ocupadas por calles o edificios de un modo ilegal o, al menos, ilegítimo. Deberían al menos llevar el nombre que les corresponde de cañada, colada, descansadero, etc.

Uno de esos casos es el de la calle Londres. No está físicamente señalada como tal, a pesar de que así fue designada por el Ayuntamiento en mayo de 1996. Tampoco hay ninguna señalización que indique lo que en realidad es esta “calle”: Colada de Villamalea.