La atención primaria debería ser la “joya de la corona” de la sanidad pública. |
Esta política la demuestran las listas de espera, tanto en atención especializada como en primaria, que no paran de crecer. Las personas necesitamos asistencia digna. ¿Cómo puedes esperar varios días, o incluso semanas, para que te ve vea el médico de familia? ¿Cómo se puede aguantar uno, dos años hasta que te diagnostiquen una patología y te traten adecuadamente? Todo esto lleva a cronificaciones que, además de significar mucho sufrimiento a la persona (y a la familia), implican mucho mayor gasto económico también para el propio sistema. Y en bastantes casos (cada vez más) esto lleva a acudir a la sanidad privada... claro está, para quien se lo pueda permitir económicamente.
Nuestra comunidad autónoma es la que menos invierte en sanidad pública de todo el Estado, y buena parte del presupuesto público de la misma se va a los negocios sanitarios privados por los conciertos, derivaciones, etc.
Por eso pedimos a los políticos que vayan a tener la responsabilidad de gobierno respeto a las personas, pacientes y profesionales. Nuestro deseo es que se ejerza la responsabilidad de buscar el bien común, de que la sanidad pública recupere los niveles de calidad que tuvo y más aún, que los supere. Y para ello apelamos al compromiso político de esa tarea. Son necesarias políticas que incrementen la dotación presupuestaria, recuperen profesionales y reduzcan drásticamente las listas de espera. Hay que lograr que la atención primaria esté en el lugar que le corresponde, porque es fundamental para la población y para la sanidad pública.
Y se lo pedimos a quienes se presentan a las elecciones, tanto municipales como autonómicas. A los locales, aunque no se tengan competencias en ciertas materias, les pedimos compromiso de implicación en demandarlo a la Asamblea de Madrid. Y a los regionales les exigimos trabajar para la mayoría de las personas con honestidad, con criterios de justicia y de solidaridad.
Pero no solamente la asistencia sanitaria es importante. La formación a la ciudadanía en materia preventiva sanitaria, de ejercicio y alimentación sana y ecológica, en modos de vida y de consumo racional, puede suponer un cambio importante en la salud porque contribuiría a mejorar el medio ambiente y la calidad de vida.
Estamos en tiempo de reflexión y toda la ciudadanía debe pensar muy bien lo que necesita porque su decisión es fundamental para que se recuperen y mejoren muchas cosas, especialmente lo decimos por la sanidad pública. Hemos de ser conscientes de que nuestra responsabilidad va mucho más allá de emitir un voto. La participación ciudadana es fundamental para hacer seguimiento de las decisiones políticas y que se cumplan las promesas electorales.
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