Apuesta fundamental: la educación pública
En una sociedad democrática, solo los servicios públicos garantizan el acceso equitativo a derechos básicos, entre los que se encuentra especialmente la educación. La educación pública atiende a todos los niños y jóvenes sin diferencia de origen, nivel económico o clase social. Y su único ideario es la Constitución Española y los valores de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Por eso puede acoger, desde el respeto, la diversidad de los niños y sus familias. Del mismo modo, al ser sus docentes seleccionados con el único criterio de la excelencia, y deberse únicamente al servicio público, pueden ofrecer una educación libre y plural.
Por otro lado, solo la educación pública posibilita a los niños socializarse junto a sus semejantes sin segregarles o separarles por motivos ideológicos o económicos. Asegurar la máxima calidad de la educación para todos es el único modo de crear sociedades desarrolladas y reducir las desigualdades.
Políticas seguidas en la Comunidad de Madrid
Desde hace décadas, la posición política de los gobiernos del PP en la Comunidad de Madrid ha sido de reducir el presupuesto de la escuela pública en favor de la concertada.
El argumento es la defensa de una supuesta libertad de elección de los padres. Pero esta libertad no es tal: si se degrada el servicio público, o directamente no es accesible (porque no hay plazas suficientes, forzando a muchos a matricularse en la privada concertada), no hay elección posible. Puede añadirse que la libertad de elegir escuela no tiene por qué implicar que el dinero público deba financiar esas elecciones privadas.La Comunidad de Madrid, la más rica de España, está a la cola en la financiación de sus servicios públicos. Con la excusa de la crisis económica de hace una década, se realizaron drásticos recortes en la educación pública, que con la mejora económica no se han revertido. El presupuesto para la educación concertada ha crecido mucho más que para la pública y, como ejemplo, para el curso próximo, de las 4000 nuevas plazas escolares, solo 1 de cada 4 es una plaza pública.
Igualmente, a la hora de cerrar: este año se van a cerrar en Alcalá dos colegios y un instituto. Aun en el supuesto de que el cierre fuera justificado (que no lo es), ¿por qué se cierran públicos y no privados?
Los recortes son especialmente dañinos en estos puntos:
- El aumento de la ratio: un menor número de alumnos por clase es clave para una educación de calidad. Como ejemplo: debido al Covid, los grupos de 1º de la ESO han pasado este curso de 33 a 23 alumnos en cada clase. Los resultados, en términos generales, han pasado del 70 al 90 % de aprobados, y los problemas de convivencia han descendido notablemente.
- Las horas lectivas del profesorado: el aumento de la carga lectiva supone menor tiempo para preparar clases, atender a los alumnos, trabajar en equipo o formarse, justo cuando se pide a la educación que aborde un número cada vez mayor de necesidades sociales.
- La segregación del alumnado. Nos referimos a la desigualdad práctica de oportunidades, provocada por el discutible proyecto de bilingüismo, la desigualdad de dotaciones de unos centros a otros, la brecha digital, la falta de recursos en profesores precisamente para atender a los alumnos que más lo necesitan... Los profesores de refuerzo que se contrataron en 2020 para atender a los alumnos que habían quedado rezagados debido a la pandemia fueron despedidos en diciembre sin poder continuar un trabajo indispensable.
Las políticas de la Comunidad de Madrid en materia de educación, de seguir en esta línea, conducen a una sociedad cada vez más desigual, en que algunos creen acceder a una educación mejor con el dinero de todos, pero la mayoría ve cómo sus derechos a una educación pública y de calidad se ven mermados. Esta orientación de las políticas madrileñas, de escasa presencia de la escuela pública, representa una anomalía en el contexto europeo.
La escuela que queremos
Frente a este modelo, muchos ciudadanos, docentes y familias queremos asegurar una escuela pública de calidad. Que los padres no tengan que preocuparse por qué plaza escolar consiguen para sus hijos, porque cerca de sus casas haya plazas públicas de colegios e institutos de calidad, suficientes y adecuadas. Queremos una escuela pública con ratios apropiadas, equipamientos modernos y recursos profesionales para atender con excelencia a todos los alumnos, diversos en sus necesidades. Un modelo en que la escuela pública sea prioritaria, como merecen los madrileños.
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