Carta abierta al Alcalde
El problema
del medio ambiente y del cambio climático es tan grave que no se puede desdeñar
ninguna medida o actitud, por insignificante que parezca, para paliar este
problema. No deberíamos perder un solo árbol, ni un metro de zona verde, como
tampoco derrochar una gota de agua ni malgastar una pizca de energía.
Ese centro, “donde acudirán miles de escolares y visitantes”, va a ser levantado en una zona verde, en un parquecito de 7.619 m2 y a 48 m. del caz de la Isla del Colegio y de la antigua Madre Vieja (brazo del río tapado en los años 1970), o sea, de la ribera del río, y por tanto zona inundable. ¿Y si algún día se demuestra que eso es ilegal? Pasará como en Valdecañas: “es que ya está hecho”.
Insistiendo en
que aplaudimos la instalación del CIT,
ya le hemos expuesto a usted y al presidente de la Confederación Hidrográfica
del Tajo nuestras propuestas alternativas: el molino de Cayo o el de los
García, con la necesaria restauración que se podría abordar gracias a todo ese
dinero que la UNESCO le va a dar, en lugar de gastarlo en la Plaza Cervantes
porque estén rotas unas baldosas. Hay por España infinidad de ejemplos de
antiguos molinos a los que se ha recuperado dándoles diversos usos,
particularmente museísticos, y su ubicación no es peor que la de estos nuestros
que estamos dejando acabar de arruinarse.
En la revista
“á
de Alcalá” (que edita su
grupo municipal) en la que aparecía esta noticia se mencionan otras cosas como,
por ejemplo, “la riqueza patrimonial que
cuidar”. ¿También entra la arqueología de la parcela de Finangás, de la Magdalena, de la
fábrica de hielo, de la cárcel de mujeres, del refugio antiaéreo del campo de
aviación de Alcalá…? Recuperando estos lugares “estará creando una ciudad donde vivir cada vez mejor”, como decía
usted ya en 2007 criticando el proyecto de construcción de pisos en Finangás.
La “renaturalización
y puesta en valor del río” lo hace la naturaleza sola. Los caminos se
hacen al andar. No hay por qué gastar 1,5 millones de euros. Sí que hay que
limpiarla de objetos que no sean naturales (a excepción del ailanto, que es un
árbol invasor). Que se “afeite” su ribera como se hace con el césped de los
jardines, no lo entendemos. Ya le hemos dicho muchas veces que los parques hay
que hacerlos en suelo urbano, no en la ribera del río: ese lugar no es parque y
usted lo sabe. Gasten el dinero en hacer parques en la ciudad, y no en el río.
Siendo usted conocedor del campo, de éste sabe usted más que nosotros, y
habiendo estado con un grupo ambientalista andando por él, da la impresión de
que no defiende mucho las zonas verdes de la ciudad. Todo esto es para “no quedarnos atrás en sostenibilidad
medioambiental”.
Y, por último,
recordar una vez más, porque somos machacones, algunas reivindicaciones que
esperan que olvidemos pero que no vamos a hacerlo:
El recinto
ferial, sabe usted que es ilegal. ¿Por qué no se obedece a la justicia?
El recinto del
Lunes, sabe usted que es zona verde. ¿Por qué lo llenó de coches?
¡Qué recuerdo
va a dejar usted si consiente que se lleve a cabo esa barbaridad de construir
en zona verde del parquecito de la Juventud! Esperamos que tenga la sensibilidad
ecológica de la que presume y no reduzca más zonas verdes.
Tenemos la obligación de luchar contra el cambio climático (ley 7/2021 de 20 de mayo). Y en esto todos debemos dar la talla. Y sería bueno que se respetaran los artículos 45 y 46 de nuestra Constitución.
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