Rumores de tala, otra vez

En la remodelación de la plaza Rodríguez de Hita (la que está frente al ambulatorio de Juan de Austria), que el Ayuntamiento está llevando a cabo desde la semana pasada, las comunidades de vecinos aledañas han observado unas ciertas mediciones por técnicos de la obra en la isleta verde que da entrada a esta plaza desde la Avda. de Juan de Austria, que hacen suponer que algunos árboles allí existentes desde hace muchos años estarían estorbando. Al parecer el Ayuntamiento estaría pensando en hacer en esa isleta una nueva dársena para la parada de autobuses.

Todo lo anterior lo decimos sin conocer el proyecto, asunto que el Consistorio no suele informar con anterioridad a los ciudadanos y por eso los vecinos solicitaron una reunión urgente con el Concejal Presidente del Distrito V, que este ha fijado para el 2 de julio, para que se nos explique lo que piensan hacer y a la que acudiremos para apoyarles como Asociación.

Nos tememos que la tala, de producirse, puede ser inminente. Esperamos llegar a tiempo de que se puedan salvar los árboles, si fuera el caso, y le comunicaremos que no tenemos nada en contra de que se mejore la circulación de vehículos, y más la de peatones, en la zona, pero sí nos tendrán enfrente si eso va a suponer la tala de árboles, algunos de los cuales son especie protegida.
Esos pinos tienen más años que muchos concejales. Por favor, respétenlos. Estamos viendo últimamente talas indiscriminadas de árboles, cuando se podían evitar: Avda. Miguel de Unamuno, Vía Complutense…

¿Esta es la “nueva normalidad” que nos están anunciando todos los días? Pues apañados estamos. Estas actuaciones ya las llevamos sufriendo varios años y pensábamos que en los tres meses de alarma habríamos tenido tiempo de reflexionar qué podemos cambiar en protección del medio ambiente en nuestra ciudad, que es por donde se empieza para salvar el del planeta y evitar pandemias como la actual. Nos quitan los árboles, con la falta que hace poner más, pero en cambio nos llenan de mesas las calles peatonales y las aceras, con el peligro de contagio que conlleva al tener que pasar rozando a los consumidores que alegremente están sin mascarillas.